miércoles, 3 de marzo de 2010

Hepatitis

El herpes es una enfermedad de la piel caracterizada por la aparición reiterada en ciertos sitios del cuerpo (mejillas, nalgas, labios, etc.) de unas ampollas pequeñas que, al romperse, producen costras. Los herpes son producidos por virus que se mantienen latentes en las células nerviosas por lo que el organismo no puede eliminarlos completamente produciendo enfermedades crónicas recurrentes, es decir que alternan periodos de enfermedad con periodos inactivos. Se denomina primera infección cuando aparece por primera vez. Las infecciones recurrentes o brotes se producen cuando la enfermedad vuelve a aparecer después de una frecuencia variable de estar inactivo (periodo de latencia)
La frecuencia de los brotes de cualquier herpes es muy impredecible. Hay un porcentaje muy alto de personas que no muestran brotes; otras los tienen muy seguidos y algunos de tanto en tanto. Entre los factores que parecen desencadenar estas nuevas apariciones tenemos:
* El estrés.
* El cansancio.
* Otras enfermedades debilitantes, generalmente de tipo infeccioso, inmunológico o metabólico, como el sida o el cáncer, transplante de medula etc.
* La exposición prolongada a los rayos del sol
* La menstruación
* La fiebre
* Las bebidas alcohólicas
* La dieta.
El tipo de herpes mas común en el ámbito odontológico es el herpes labial; producido por el herpes virus simple tipo 1. Produce ampollas en los labios, cara, boca, nariz y orejas. Es una enfermedad crónica e infecciosa producida por un virus que habita en los nervios faciales.

¿Cómo se transmite el herpes?

- El contacto directo de piel con piel de una persona a otra puede transmitir el herpes; las partes húmedas de la boca, la garganta y los ojos se infectan muy fácilmente también puede infectarse si está cortada, irritada, quemada, con salpullido o con otras lastimaduras.

- Por la inadecuada esterilización del instrumental y el no recambio de material desechables (vaso, eyectores, etc.).

Si una persona tiene llagas bucales de un resfriado, puede transmitir el virus a personas sanas. El herpes se propaga más fácilmente cuando hay llagas abiertas. También puede transmitirse antes de que se lleguen a formar las ampollas. Se propaga menos fácilmente cuando las llagas han sanado, las costras se han caído y la piel ha vuelto a la normalidad. Es muy improbable que el herpes se transmita a través de asientos de inodoro, piscinas, bañeras, piscinas de hidromasaje o toallas húmedas. Una madre infectada puede pasarle el virus a su bebé durante o después del parto.

¿Cuán común es el herpes?
Casi un 90 por ciento de las personas tiene la forma más común de herpes en algún momento de su vida. La forma más común normalmente aparece como herpes oral (las llagas de los resfriados).

¿Cuáles son los síntomas del herpes oral?
El herpes oral generalmente aparece en los labios o dentro de la boca, en la forma de llagas (ampollas pequeñas). Es suficiente que haya contacto directo por un período de tiempo breve para que el virus se transmita. Las llagas de resfriado son comunes en los niños pequeños. El herpes oral en las personas adultas es generalmente sólo una reactivación de una infección de la niñez.

¿Cómo prevenir un herpes labial?


- Evitar contraer inicialmente la infección no compartiendo protectores labiales, cepillos de dientes o bebidas con personas que pueden estar infectadas por el virus. El virus que provoca el herpes labial se transmite por la nariz (a través de los mocos) y la boca (a través de la saliva).

- En la clínica dental hacer esterilización de todos los materiales y no hacer uso repetido de los materiales desechables.
- Aplicación de todas las medidas necesarias para disminuir y/o evitar riesgos para el operador y paciente debidos a la exposición directa a herpes (guantes, gasas, etc.)
Consejos para atenuar los síntomas:

- La gente que ya ha contraído la infección sabe que ésta se puede reactivar cuando se expone demasiado al sol, en situaciones de estrés o cuando cae enferma. Otra razón más para ponerse abundante crema de protección solar, alimentarse bien, hacer ejercicio y dormir lo suficiente.
- Si las úlceras son dolorosas, toma paracetamol o ibuprofeno.
- Chupa polos o cubitos de hielo para mitigar el dolor y mantener frías las “calenturas”.
- Evita los alimentos ácidos (como las naranjas, los tomates y la limonada), así como los alimentos salados que pueden provocar irritación.
- No te toques o te revientes las úlceras. Podrían sangrar e infectarse con bacterias.
- Generalmente, las úlceras desaparecen por sí solas al cabo de una semana o dos. Pero si te salen frecuentemente o te dan problemas, habla con tu médico de cabecera o tu dermatólogo. Tal vez te recete algún medicamento para aliviarte los síntomas y acortar su duración.

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